El influencer y empresario brasileño, Ricardo Godoi se atrevió a tatuarse la espalda por completo, donde previamente acudió a la anestesia general, para no sentir dolor en la zona y durante la larga sesión.
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Sin embargo, lamentablemente el creador de contenido falleció en la mesa de operación, antes de que los tatuadores iniciarán su labor. Lo que ha originado una batalla entre la familia y el hospital ante la discrepancia sobre las causas que provocaron su muerte.
Días antes del trágico suceso, Godoi anunció en sus redes sociales sobre la elaboración de un nuevo tatuaje. Y dada las complicaciones del mismo, explicó que tendría que someterse a un «procedimiento quirúrgico».
Además, dio a conocer los detalles del procedimiento de su tatuaje, donde destacó que la zona a tratar era la espalda, una parte del cuerpo donde es habitual recibir anestesia general -aunque en algunos países no es legal tatuarse bajo sedación- ya que en este proceso iba a intervernir un profesional sanitario en la rama.
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El día que estaba programado de la sesión, Godoi y su familia, junto al equipo de estudio de tatuajes, se desplazó hasta el hospital privado Día Revitalite, del municipio Itapema, donde habían reservado una sala de quirófano, equipada con los materiales necesarios.
Por su parte, el responsable del estudio explicó mediante una nota de prensa que Godoi tuvo «un paro cardiorrespiratorio al inicio de la sedación e intubación, que ocurrió antes de que comenzarán a tatuarlo. Llamaron a un cardiólogo para tratar de reanimarlo, lamentablemente sin éxito», detallaban desde el taller del tatuaje.
SU MUERTE Y EL CONSUMO DE ANABOLIZANTES
El hospital tramitó el certificado de defunción de Ricardo Godoi consideró como «condición importante» el uso de anabolizantes y que, por tanto, podrían haber intervenido en la muerte del sudamericano.
Ante estas declaraciones, los familiares del creador de contenido desmintieron al centro hospitalario, alegando que Godoi había dejado de consumir estas sustancias cinco meses atrás. Además, explicaron que el brasileño de 46 años se había sometido a pruebas para comprobar la aptitud para recibir la anestesia.
La familia también denunció que no se le practicó ninguna autopsia para afirmar que su fallecimiento estaría ligado al uso de productos químicos.
Por ello, tras las declaraciones del entorno del también empresario, su cuerpo fue exhumado el día siguiente a su velatorio, después de que la Policía Civil iniciara una investigación por homicidio imprudente.
Fuente: Infobae.
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